Por David Alomoto

Tras una temporada 2025 que no cumplió con las expectativas del Centenario, Barcelona Sporting Club se enfoca en una profunda reestructuración de la plantilla bajo la dirección técnica de Ismael Rescalvo. La eliminación temprana en Copa Libertadores y la irregularidad en la LigaPro han impulsado la necesidad de depurar la nómina. Varios nombres con experiencia y altos salarios, pero con bajo rendimiento o poca continuidad, figuran en la lista de posibles salidas para el 2026.
El caso de Felipe Caicedo es el más emblemático. A pesar de su jerarquía y la ilusión generada por su fichaje, la "Pantera" no ha logrado la regularidad esperada debido a constantes lesiones. En 2025, sumó pocos minutos y su aporte goleador no fue el que su historial prometía. Aunque la directiva ha manifestado interés en su continuidad por su peso en el camerino, la decisión final recae en el jugador, quien a sus 37 años está evaluando su retiro o la búsqueda de un destino con menos exigencia física.
Mario Pineida es otro de los jugadores que estaría en la mira para dejar el club. El lateral, que ha tenido varios ciclos con el equipo, ha mostrado una disminución en su rendimiento y, al igual que otros veteranos, su continuidad no está garantizada en el nuevo proyecto. Con una fuerte competencia en su posición (lateral izquierdo) y la necesidad de liberar masa salarial, su salida se maneja como una de las posibilidades más concretas, especialmente si Rescalvo busca laterales más jóvenes y con otro perfil físico.
En la defensa, el futuro de Franklin Guerra también es incierto. El experimentado central, que llegó para aportar solidez y liderazgo, no ha logrado consolidarse como titular indiscutible. La dirigencia y el cuerpo técnico estarían evaluando su continuidad basándose en su rendimiento y su salario. De confirmarse su salida, Barcelona SC abriría un espacio clave para buscar un zaguero con un perfil que encaje mejor en la planificación del 2026, probablemente un defensa central más rápido o con mejor salida de balón.
El extremo Christian Solano es otro de los elementos que podría dejar el equipo. Si bien es un jugador que llegó con proyecciones, no ha logrado tener la continuidad ni el impacto esperado en el rol de revulsivo o titular. Su caso es manejado como uno de los que no entran en los planes a futuro de Ismael Rescalvo. La posible salida de Solano respondería a una necesidad de darle espacio a jugadores que demuestren mayor explosividad y efectividad en las bandas ofensivas.
En resumen, las potenciales salidas de jugadores como Pineida, Guerra, Solano y la indefinición de Caicedo no solo buscan refrescar el plantel, sino que tienen un claro objetivo económico y de gestión: liberar cupos en la nómina y reducir la alta masa salarial. Este movimiento es crucial para conseguir los refuerzos de jerarquía que el técnico español ha solicitado para construir un equipo competitivo en 2026, evitando la inconsistencia que marcó el Centenario.

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