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Mediocre recibimiento de Liga de Quito cuando jugó contra Barcelona SC, no saben lo que es grandeza verdadera

Cuando LDU se enfrentó a Barcelona SC extendieron un tifo que no se compara a los que ha hecho el ídolo del Ecuador. No están a la altura

Por David Alomoto

Barcelona SC / Foto: Olé
Barcelona SC / Foto: Olé

La percepción sobre la "grandeza" en el fútbol ecuatoriano es un terreno polarizado, y el encuentro entre Liga de Quito y Barcelona SC en el Estadio Rodrigo Paz Delgado es el escenario perfecto para que la hinchada del "Ídolo" cuestione la capacidad de su rival para igualar el nivel de pasión y espectáculo visual. El tifo desplegado por la afición de LDU ha sido tildado de "mediocre" precisamente por la gran inversión emocional y económica que la hinchada de Barcelona SC ha puesto históricamente en sus propios recibimientos, especialmente en el marco de sus celebraciones de Centenario.

La crítica central se enfoca en la falta de ambición y escala del lienzo gigante de Liga de Quito. Mientras los aficionados de Barcelona SC recuerdan con orgullo tifos monumentales, coreografías de estadio completo y despliegues lumínicos que han dado la vuelta al continente, el mosaico o la pancarta de LDU se percibe como un esfuerzo "a medias". Este contraste es interpretado por la fanaticada barcelonista como una prueba irrefutable de que la pasión en la Capital no se compara con la "grandeza verdadera" que se vive en el Monumental de Guayaquil.

El tifo de Liga de Quito, que a menudo utiliza sus títulos internacionales (Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Recopa) como tema central—como la pancarta que rezaba "Ecuador es de Liga"—, es considerado por el hincha amarillo como una muestra de dependencia exclusiva del palmarés. Para el barcelonista, la verdadera grandeza de un equipo no reside solo en los trofeos, sino en la envergadura social y la capacidad de convocatoria y espectáculo que demuestran sus seguidores, algo que los de Guayaquil consideran inalcanzable para cualquier otro club en el país.

El debate de "grandeza" se traslada así del campo de juego a las gradas. El argumento de la afición torera es que, si bien LDU posee logros continentales, su hinchada "no está a la altura" de la pasión que irradia el "Ídolo". La falta de un recibimiento apoteósico y visualmente impactante, que deslumbre a nivel internacional, es interpretada como un reflejo de una base social más reducida o menos apasionada, incapaz de movilizar los recursos necesarios para montar una bienvenida que compita con los estándares que el propio Barcelona SC ha fijado.

Esta percepción se agudiza en el "Año del Centenario" de Barcelona SC, una temporada en la que cada acción rival es analizada bajo el microscopio. Los tifos monumentales que ha realizado o planeado el club en esta etapa histórica elevan el listón a un nivel que, según el barcelonismo, hace que el recibimiento de LDU parezca una respuesta tímida. El fracaso de LDU en igualar o superar el arte de los tifos del "Ídolo" se convierte en una evidencia mediática de su supuesta inferioridad en términos de fervor y masividad.

En esencia, la crítica no es solo una cuestión de trapo o de colores, sino una estrategia retórica para minimizar la jerarquía del rival en la eterna disputa por el título de "el más grande del Ecuador". Al calificar el recibimiento de Liga de Quito como "mediocre" e "insuficiente", la hinchada de Barcelona SC reafirma su propia narrativa de ser el club más popular y el generador del ambiente más espectacular y grandioso del país, colocando a LDU, a pesar de sus copas, en un escalón por debajo en la escala de la pasión futbolística nacional.


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