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El Ícono de Barcelona SC que es acusado de picarse como en el barrio

Pedro Quiñones cuenta una anécdota de cuando José Luis Perlaza se picó con el en cancha

Por Luis Garcia

Pedro Quiñones cuenta una anécdota de cuando José Luis Perlaza se picó con el en cancha
Pedro Quiñones cuenta una anécdota de cuando José Luis Perlaza se picó con el en cancha

Los clásicos del astillero son mucho más que partidos de fútbol; son batallas épicas entre dos de los equipos más grandes de Ecuador. En medio de esta intensidad, Pedro Quiñones, volante de renombre en el fútbol ecuatoriano, comparte una anécdota sobre cómo fue construyendo una linda rivalidad con José Luis Perlaza, defensor icónico del Barcelona Sporting Club.

 

Pedro Quiñones recuerda con una sonrisa que se enfrentó a José Luis Perlaza en tres ocasiones durante su carrera. La rivalidad se gestó mientras Quiñones estaba en El Nacional y 'Perla' defendía los colores del Olmedo. En estas ocasiones, la intensidad propia de los clásicos y la ambición por la victoria llevaron a momentos inolvidables.

En uno de los enfrentamientos, Quiñones vivió un momento peculiar. En medio de la euforia del partido, logró marcar un gol. Sin embargo, su rival "Perlaza" tenía algo en mente para responder. Luego del gol, Perlaza le lanzó la pelota como si estuvieran en el barrio, con una mirada desafiante y un gesto de malicia. Los compañeros de Quiñones desde la banca le gritaban para que le quitara la pelota.

La situación no pasó desapercibida por el técnico de Quiñones, quien desde el banco le advertía que le quitara la pelota a Perlaza o sería sustituido. La respuesta de Quiñones fue más humorística que desafiante. Ante la provocación y sabiendo que ya estaba picado, Quiñones le dijo que lo sacara, todo en tono de camaradería.

 

Un vínculo forjado en la competencia

Aunque la rivalidad se vivía con intensidad en la cancha, fuera de ella, Quiñones y Perlaza sabían que compartían el amor por el fútbol y la competencia sana. Estos encuentros marcaron una parte especial de la historia de los clásicos del astillero, donde dos jugadores entregaron lo mejor de sí para sus equipos y, al mismo tiempo, forjaron una amistad que trasciende más allá de la cancha.

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