Dicen que puso la maldición a Barcelona SC y así luce hoy Cyrille Makanaky

Cyril Makanaky, un futbolista profesional originario de Camerún, dejó su huella en la década de los 90 con su llamativa cabellera y su habilidad con el balón. Figura destacada con su selección en un par de mundiales, Makanaky también incursionó en el mundo de los clubes, llegando a formar parte de Barcelona SC en 1994, donde tuvo un relativo éxito al disputar 30 partidos y marcar 9 goles.

El buen rendimiento de Makanaky en Barcelona le valió una oportunidad para regresar al fútbol europeo, fichando con el Ajaccio de Francia. Sin embargo, su paso por este club no duró mucho, y al año siguiente, el delantero africano volvió a Ecuador con la intención de cerrar su carrera deportiva en el equipo torero, buscando alcanzar la gloria con el ídolo del país.

Lamentablemente, la segunda etapa del camerunés en Barcelona SC no fue exitosa. En esa temporada, disputó 17 partidos pero no logró marcar ningún gol, lo que llevó a una desilusión en la directiva del club. Se rumora que el jugador tenía una deuda pendiente de 200,000 dólares de su contrato, lo que generó tensiones y descontento entre ambas partes.

Desde entonces, muchos hinchas comenzaron a especular sobre una maldición que Makanaky habría lanzado sobre el equipo amarillo debido a esta deuda impaga. Se decía que el delantero camerunés había enterrado huesos en el Estadio Monumental como una forma de maldecir al equipo y evitar su éxito en el futuro.

Durante casi 15 años, Barcelona SC no pudo dar la vuelta olímpica, y algunos atribuían este largo periodo de sequía a la maldición de Makanaky. Sin embargo, en el año 2012, el club finalmente logró romper esta racha y consagrarse campeón. Si la maldición fue real o no, es motivo de debate entre los aficionados, pero lo cierto es que el club ‘canario’ pudo superar esa etapa difícil y volver a saborear el éxito.

Le ha pesado el paso de los años 

Hoy en día, Makanaky a sus 58 años luce irreconocible en comparación con su época de futbolista, y aunque su paso por Barcelona SC no culminó como él hubiera deseado, su nombre quedó grabado en la memoria de los hinchas, y su supuesta maldición se convirtió en una de las leyendas más intrigantes de la historia del fútbol ecuatoriano.