Por David Alomoto

La delicada situación económica que atraviesa el Barcelona Sporting Club tuvo un ligero movimiento en las últimas horas, luego de que la dirigencia realizara un pago parcial a la plantilla de jugadores. Tras semanas de incertidumbre y de la suspensión de entrenamientos como medida de protesta, el club más popular del Ecuador logró desembolsar una parte de las obligaciones pendientes. Este pago era clave para que los futbolistas accedieran a volver a entrenar y enfocarse en la recta final de la temporada, la cual es crucial para sus aspiraciones deportivas y financieras.
La noticia sobre el pago fue detallada por el exdirigente y figura pública, Alfonso "Pocho" Harb, quien ha seguido de cerca la crisis del club. Harb confirmó que, de los tres meses de sueldo que se adeudaban a la plantilla, la dirigencia logró cancelar únicamente el equivalente a un mes. Este movimiento, aunque insuficiente para saldar la deuda total, fue el compromiso que permitió que el plantel levantara la medida de presión y regresara a las prácticas bajo las órdenes del cuerpo técnico.
A pesar de este abono, la realidad financiera en el camerino del Ídolo del Astillero sigue siendo tensa. Según la información proporcionada por Pocho Harb, el club aún les debe a los jugadores dos meses de salarios. Esta deuda acumulada mantiene la presión sobre la directiva, que debe continuar gestionando recursos con urgencia para evitar que el problema se repita y desestabilice al equipo en momentos determinantes del campeonato.
La postura de los jugadores de suspender los entrenamientos había sido firme y evidenciaba la grave preocupación por el incumplimiento de los compromisos económicos. Este tipo de medidas son extremas y reflejan la profundidad de la crisis de liquidez. El pago de un solo mes buscó mitigar el conflicto de manera inmediata, pero es un recordatorio de que la inestabilidad puede resurgir si no se encuentra una solución definitiva a la recurrente falta de pago.
Este panorama se da en un contexto en el que el club se juega la clasificación a la Copa Libertadores 2026, lo cual representa ingresos significativos. La falta de pago no solo afecta la moral de los jugadores, sino que amenaza la preparación para partidos clave. La exigencia de los futbolistas de volver a entrenar solo una vez que se hubiera realizado un pago buscaba proteger su dignidad profesional y, a su vez, presionar por la salud financiera de la institución.
El desembolso de un mes de salario, confirmado por Pocho Harb, representa un respiro temporal para el Barcelona SC y permitió que los jugadores retomen sus actividades en el campo. Sin embargo, la deuda de dos meses restantes sigue siendo un tema pendiente que la directiva deberá resolver a la brevedad posible. La estabilidad deportiva del equipo está intrínsecamente ligada al cumplimiento de estas obligaciones económicas.

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