Joao Rojas no solo se peleó con Leonel Quiñónez, fue también con este otro jugador de Liga de Quito

El Clásico del Astillero, disputado en el Estadio Monumental, fue un hervidero de emociones y fricciones, siendo Joao Rojas de Barcelona SC el protagonista principal de varios altercados. Además de su ya comentado y mediático cruce con Leonel Quiñónez, el delantero amarillo se enzarzó en otra fuerte disputa, esta vez con el atacante de Liga de Quito, Michael Estrada. Este segundo enfrentamiento confirmó que Rojas estaba jugando el partido al límite, involucrándose en múltiples piques personales.

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La confrontación entre Joao Rojas y Michael Estrada fue un duelo inesperado en el campo, ya que ambos son delanteros y sus posiciones habituales no suelen cruzarse con tanta frecuencia. Sin embargo, la intensidad del juego y el movimiento constante de ambos futbolistas los llevó a coincidir en alguna zona del campo, desatando una discusión acalorada. La disputa se manifestó con empujones, gestos y un intercambio de palabras que requirió la intervención de sus compañeros para evitar que la situación escalara a mayores.

El origen del altercado no fue revelado con claridad, pero en partidos de esta magnitud, las faltas duras, las simulaciones o las palabras provocadoras pueden ser suficientes para encender los ánimos. El hecho de que Rojas estuviera visiblemente molesto por los cruces previos pudo haberlo dejado en un estado de ánimo más susceptible, mientras que Estrada, como figura de LDU, también defendió con vehemencia la camiseta de su club.

La reincidencia de Joao Rojas en este tipo de enfrentamientos subraya una estrategia, consciente o inconsciente, de jugar al límite emocional. Su disposición a encarar a rivales de peso, como Quiñónez y ahora Michael Estrada, muestra que el jugador no teme la confrontación y busca desestabilizar la concentración del equipo contrario. Para Barcelona SC, Rojas no solo es un atacante, sino también un factor de presión psicológica sobre el adversario.

Por su parte, la respuesta de Michael Estrada fue la de un jugador de experiencia que no se deja intimidar. Aunque se involucró en la gresca, su reacción fue la de defender su postura y la de su equipo, sin permitir que la agresividad de Rojas afectara su rendimiento posterior. Estos momentos de alta tensión son un termómetro de la mentalidad de los jugadores clave en los partidos de rivalidad histórica.

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El clásico en el Monumental dejó en claro que Joao Rojas fue el epicentro de la polémica. Sus enfrentamientos con Leonel Quiñónez y, posteriormente, con Michael Estrada, además del incidente con Alexander Domínguez, pintan el retrato de un futbolista que juega con el corazón y el temperamento a flor de piel, confirmando que la batalla por los tres puntos se extendió hasta los duelos personales en la cancha.